Para el martes se espera la primera reunión de la comisión mixta, pero el ambiente entre las dos funciones continúa tenso. Antes del primer encuentro, ya comenzaron los cuestionamientos de lado y lado. ¿Será posible un acercamiento verdadero?
El presidente de la Asamblea, Virgilio Saquicela (independiente), remitió al ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, la convocatoria para iniciar desde el martes el diálogo Ejecutivo-Legislativo, a través de una comisión mixta. La invitación se da en momentos en que estas dos Funciones del Estado pasan por una fuerte pugna debido a la posesión de Rául González como Superintendente de Bancos, el juicio político al Consejo de la Judicatura, el funcionamiento de una nueva mayoría de oposición al Gobierno, entre otras situaciones.
Saquicela aseguró que el diálogo es el único camino, a pesar de las diferencias políticas y de las votaciones en el Pleno que no son del agrado del presidente, Guillermo Lasso. “Sin embargo, ese es el contrapeso de poderes necesario en democracia para defender la institucionalidad”, dijo.
Como consecuencia de la posesión de González, el martes de esta semana Jiménez aseguró que este diálogo estaba suspendido, porque, según él, algunos asambleístas insisten en atropellar el sistema institucional y constitucional, por lo que necesitaban señales concretas que será un diálogo fructífero, apegado a Derecho. Para Saquicela se necesita de madurez política para separar las cosas, ya que quien necesita diálogo y leyes es el país y es el Gobierno el que necesita este acercamiento para tratar sus proyectos de Ley en materia de inversiones y laboral. “Nosotros estamos dando la mano para que se cumpla el diálogo en esos procesos de análisis anterior a la presentación de las leyes”, manifestó.
Un proceso ‘cuesta arriba’
Representantes de diferentes bancadas legislativas coinciden en la necesidad del diálogo, pero tienen sus observaciones. Juan Fernando Flores, del bloque oficialista, dijo que no hay condiciones para este diálogo y que primero se necesita definir una agenda transparente porque ellos no se van a prestar sólo para “la foto y tomarse un café”. “Nosotros no vamos a entablar diálogo mientras la Asamblea se mantenga en pretender pasar por encima de la Ley”, aseguró.
Marlon Cadena, jefe de bancada de la Izquierda Democrática, aseguró que se sumarán a esa voluntad de diálogo porque ven una crisis institucional. Pero cuestionó la actitud del oficialismo y dijo que el Gobierno actúa de manera bipolar, con un doble discurso dependiendo de “los estados de ánimo” del Ejecutivo. Agregó que quien causó toda la crisis institucional por la designación de González fue el propio Ejecutivo, por no escoger o revisar bien los nombres de las personas que propuso en la terna que remitió al Consejo de Participación Ciudadana para la selección de la nueva autoridad, por lo que debe revisar bien todas sus actuaciones.
Para Marcela Holguín, de la bancada correísta, es el Gobierno el que no tiene la voluntad política. Según ella, le conviene la pugna con el Legislativo para tapar “sus desaciertos”.
¿Cuál será la temática?
El Gobierno había planteado inicialmente cuatro temas: generación de empleo, promoción de inversiones, seguridad ciudadana y una correcta relación entre ambas funciones del Estado.
En la primera reunión que mantuvieron los jefes de bancadas para concretar este acercamiento se propuso de manera tentativa analizar en primer lugar una nueva Ley de inversiones que remitiría el Ejecutivo, porque la anterior fue archivada.
Pero ya se dan los primeros cuestionamientos. Holguín manifestó que si se trata de un proyecto de inversiones de carácter privatizador se mantendrán con su voto en contra, por lo que es necesario establecer el diálogo para buscar puntos de coincidencia y de disensos para buscar alternativas.
Salvador Quishpe, jefe de la bancada de Pachakutik, va por la misma línea de no aceptar proyectos que pretendan, dice, privatizar las empresas públicas, tema que incluso debería incluirse en la consulta popular que el Gobierno asegura estar preparando.
Para Esteban Torres, del Partido Social Cristiano, el diálogo debe estar encaminado a temas de legislación que requiera la participación de los dos sectores y definir si hay o no la posibilidad de que el primer proyecto de Ley que se analice en conjunto sea el de inversiones.
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