Este 27 de julio de 2021, Ecuavisa reportó que la ministra de Salud, Ximena Garzón actualizó el número de contagios de la variante Delta que en Ecuador actualmente es de 85 casos. La ministra informó que la tarde del 27 de julio se reunirá con el presidente del Comité de Operaciones de Emergencias (COE) Nacional, Juan Zapata para analizar nuevas medidas.
El 26 de julio de 2021, el Ministerio de Salud Pública (MSP) informó que se detectaron nuevos casos de la variante Delta en Guayas y El Oro. La entidad gubernamental señaló que en El Oro se registraron 36 casos de la variante Delta, Guayas 5 casos, Azuay 2 y Pichincha 3. Además, se identificó un caso como variante Delta plus, en El Oro. Es decir, que se confirmaron 47 casos de la variante Delta en el país.
El 19 de julio de 2021, la ministra de Salud, Ximena Garzón confirmó 30 nuevos casos de la variante Delta en Ecuador. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha mencionado que el miedo, la preocupación y el estrés son respuestas normales cuando enfrentamos situaciones de crisis como puede ser el atravesar por la pandemia de la COVID-19. Además, la organización recalca que es importante cuidar nuestra salud física como nuestra salud mental.
En Ecuador se identificaron el 12 de julio de 2021, los 10 primeros casos de la variante Delta. Por ello, surgen dudas sobre los cuidados que la ciudadanía debe tener frente a esta variante. Además, la OPS señaló que la pandemia ha significado una amenaza tanto para la salud física como para la salud mental y debemos afrontar con tranquilidad la situación de la pandemia.
El miércoles 21 de junio del 2021, estos temas fueron analizados en el programa “Contra la COVID-19: Combatiendo la desinfodemia”, por Jhony Real, médico epidemiólogo y Javier García, psicólogo clínico.
“La preocupación alrededor de las variantes, se las conoce por su cambio genético importante y pueden afectar su transmisibilidad y pueden tener dispersiones y diseminaciones de la enfermedad con alto contagio, que es lo que ocurre con la variante Delta”, explicó el médico Jhony Real.
El psicólogo clínico, Javier García mencionó que desde 2020 surgió la duda ¿Cómo ser saludable mentalmente con la pandemia ocasionada por la COVID-19? “El virus presenta una nueva variante, pero las recomendaciones no han variado, mientras que todos sigamos las medidas de bioseguridad, transmitiremos un mensaje de seguridad”, enfatizó el experto.
Real afirmó que, las aglomeraciones que se han visto últimamente son un foco de contagio para la COVID-19 y sus variantes. También, recalcó que es importante mantener las medidas de bioseguridad como el uso de mascarilla o doble mascarilla en áreas no ventiladas, el lavado frecuente de manos y el distanciamiento social.
“Los lugares precisos de contagio existen y son los lugares cerrados y no ventilados; y las aglomeraciones y el contacto. Pues, si estás en un lugar cerrado y la gente estornuda y emana aerosoles o fluyen pequeñas gotas de saliva de las personas que están delante tuyo, en un par de horas te puedes contagiar”, dijo el galeno.
Javier García aseveró que la forma en la que las personas han instalado su vida tiene el propósito que es, sentirse tranquilos y seguros. Además, dijo que todo lo que los seres humanos han hecho para consolidar su vida en sociedad cumple el propósito de alcanzar una supuesta seguridad y tranquilidad que, muchas veces está asociada con la felicidad.
“Las personas no estamos en la posición de vivir alertas y alarmadas por tanto tiempo. Es por eso que las personas se irritan tanto cuando van por la calle y no tienen puesta la mascarilla y otra persona les dice que se coloque la mascarilla y la gente se molesta. La depresión puede ser un efecto de la pandemia, pero también hay muchos más y entre esos puede ser la agresión en las relaciones con nosotros”, recalcó el psicólogo clínico.
El experto en psicología aseguró que los grupos etarios que se han visto más afectados a causa de la pandemia, han sido los más pequeños y los más grandes de edad.
“Los niños de uno, dos o tres años (…) presentan un temor muy grande a explorar su entorno lejos de los padres. Es decir, es más difícil despegarse de sus padres, en comparación a niños en su desarrollo natural, previo a la pandemia. Por otro lado, los adultos mayores, bajo el mensaje de protegerlos por ser los más vulnerables, lo que se hizo en primera instancia, más que protegerlos, fue distanciarlos del resto de la sociedad (…) tuvieron que cursar un año de mucha soledad”, recalcó Javier García.
