Estas decisiones se suman a la vuelta a la vida del Ministerio del Interior, la salida del exministro de Defensa y el Estado de Excepción. En las Fuerzas Armadas, prácticamente se renovó todo. ¿Qué persigue el Gobierno?
En un solo día y a través de dos decretos, el Presidente de la República, Guillermo Lasso, cambió a la cúpula de las Fuerzas Armadas y al Comandante General de la Policía. Como jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas nombró al General de Brigada Nelson Proaño Rodríguez, en reemplazo del General Fabián Fuel Revelo.
Como comandante del Ejército designó al general Gustavo Acosta, en reemplazo del general Luis Burbano. En la FAE también hubo cambios; asume la comandancia el brigadier general Marcelo García Urbina, en reemplazo de Geovanny Espinel. El único ratificado en el cargo es el comandante de la Armada, contralmirante Brúmel Vázquez.
Mientras que en la Policía, Lasso designó al general Fausto Salinas como comandante, en reemplazo del general Carlos Cabrera, quien ocupó ese cargo menos de cuatro meses.
Para el experto en seguridad, coronel (sp) Mario Pazmiño, los cambios impulsados por el Gobierno son una “oxigenación” de las instituciones relacionadas con la seguridad, pero pueden ser una demostración de debilidad del Ejecutivo, ya que se dan a nueve días de la designación del general (sp) Luis Lara como su tercer Ministro de Defensa en menos de un año; y a poco más de un mes de que se escindió el Ministerio de Gobierno para dar paso al Ministerio del Interior, a cargo de Patricio Carrillo.
“Esto da a entender que no hay una solidez en la conducción de estas instituciones. Estos cambios debían esperar un poco más, hasta que se consoliden los cambios de ministros y las estructuras institucionales para que trabaje en los correctivos necesarios”, dijo Pazmiño. Agregó que los cambios contínuos debilitan a las instituciones en momentos en que se vive una crisis de seguridad.
Sin embargo, el también experto en seguridad, coronel (sp) Mario Carrillo, considera que son oportunos los cambios en las cúpulas de las Fuerzas Armadas y de la Policía para retomar el rumbo que deben mantener esas instituciones y superar la baja credibilidad que el experto asegura registran en estos momentos. “Se ha hablado de negocios piramidales de captación ilegal de dinero, de lavado de activos. Recuerde que ingresaron al Ministerio de Defensa (‘Don Naza’, ya fallecido) y el mando militar no estaba bien visto y había que tomar correctivos necesarios y oportunos”, dijo Carrillo, quien confía en que las nuevas autoridades lleguen con el ímpetu de solucionar los problemas de seguridad integral que afronta el país.
El combate a la inseguridad
Los cambios también se dieron a seis días del Estado de Excepción focalizado que rige en Guayas, Esmeraldas y Manabí, que busca combatir la inseguridad y la extrema violencia que se registran en esa zonas. Sin embargo, Pazmiño considera que está mal aplicada la medida y que debería incluir a otras provincias que constituyen puntos de entrada y salida de narcóticos y armamento, como El Oro y Los Ríos. “La delincuencia no es que sale y se va a otras provincias, no; se queda en áreas de influencia cercana y al momento en que se retiran las fuerzas de patrullaje regresan a retomar su control y dominio territorial en esas zonas”, explicó.
Carrillo coincide con la crítica y manifestó que el Estado de Excepción no es la solución, ya que la presencia militar en las calles se circunscribe al control de armas, munición y explosivos, por lo que se deben encontrar soluciones integrales. “Los niveles de inseguridad siguen creciendo; Ecuador enfrenta una amenaza transnacional de gran poder criminal y de gran economía ilegal lo que hace fácilmente infiltrables a los estamentos públicos del Estado. Contra eso estamos combatiendo”, dijo Carrillo. Por lo que es necesario, agrega, tomar correctivos, como poner a las autoridades adecuadas y aplicar un plan integral que abarque a todas las instituciones relacionadas con la seguridad, para no tratarla de forma aislada.
EN DETALLE
La nueva cúpula militar:
General Nelson Proaño Rodríguez, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas:
Nació en diciembre de 1961, en Ibarra; se graduó como subteniente de Infantería en 1984. Ha realizado cursos de paracaidismo, conocimiento de armas, contrainsurgencia, entre otros. Lleva 37 años de servicio institucional y ha ocupado cargos como Jefe de Estado Mayor Operacional; director de Transformación y Desarrollo Militar, director de la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro; comandante de la II División del Ejército Libertad, Inspector general del Ejército, entre otros. Su patrimonio declarado ante la Contraloría es de 627.843 dólares.
General Gustavo Acosta Yacelga, comandante del Ejército:
Nació en agosto de 1962, en Quito, y se graduó de subteniente de Infantería en agosto de 1984. Ha realizado cursos de paracaidismo, puma, saltador libre, maestro y jefe de salto, guerra de minas. Tiene 37 años de militar y ha ocupado cargos como director de la Escuela de Infantería del Ejército, comandante del Grupo de Fuerzas Especiales N. 27, agregado de Defensa en Estados Unidos. Como jefe de la Fuerza de Tarea Conjunta Esmeraldas planificó y condujo las operaciones militares para disminuir las acciones de violencia y terrorismo que generó alias ‘Guacho’. Patrimonio declarado ante la Contraloría: 276.427 dólares.
Brigadier General Marcelo García Urbina, comandante de la FAE:
Fue jefe de Estado Mayor de la FAE, comandante del Comando de Educación y Doctrina Militar Aeroespacial, agregado aéreo en la Embajada de Ecuador en Lima, director de Operaciones Aéreas del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. Patrimonio declarado ante la Contraloría (al 2020): 93.407 dólares.
Contralmirante Brúmel Vázquez, comandante de la Armada (ratificado):
Nació en Biblián-Cañar, en enero de 1963. Ingresó a la Escuela Superior Naval en septiembre de 1980 y continuó sus estudios de formación en la Escuela Naval de Alemania. Se incorporó como Teniente de Corbeta-UN, el 14 de diciembre de 1984. En marzo de 1986 hizo el curso de submarinos y fue seleccionado para continuar el curso avanzado de esa especialidad en la Armada de Chile, en 1987. Es miembro fundador del Centro de Investigación y Desarrollo de la Armada. Es, además, miembro de número de la Academia de Historia Marítima y Fluvial del Ecuador. Su patrimonio declarado ante la Contraloría es de 398.590 dólares.
EN DETALLE:
Cambio en la Policía Nacional
General Fausto Salinas, comandante general de la institución:
Nació en Quito, en mayo de 1970, y cuenta con 34 años de servicio a la Institución. Ingresó a las filas policiales en 1987, a la Escuela Superior de Policía Alberto Enríquez Gallo. Fue parte del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) por 16 años. Se ha desempeñado como director de Seguridad Ciudadana y Orden Público, comandante del Distrito Metropolitano de Quito, subsecretario de Policía, director de la Escuela Superior de Policía, comandante de la Unidad Nacional de Mantenimiento del Orden (UNMO). Su patrimonio declarado ante la Contraloría (al 2020) fue de 1’048.912 dólares.
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