A una semana del regreso a las aulas, se registra un incremento en la demanda en papelerías mayoristas. Padres recorren por varios sectores para encontrar los precios más accesibles.
POR: Juan Camilo Escobar
“Es lo mismo que el año anterior, igual caminata por encontrar lo que alcance. Parece que ha variado muy poco, pero ese poco es ahorro porque la lista de útiles subió de 50 a 70 dólares, la lista de cada uno de mis dos hijos”, comenta Rosangela Chávez, mientras colocaba dos fundas grandes y tres pequeñas, en la cajuela de taxi con todos los útiles escolares para que sus hijos escolares vuelvan a clase la próxima semana.
Este es el testimonio de una de las numerosas madres y padres de cerca de dos millones de estudiantes y escuelas y colegios de la Sierra y Amazonía que el lunes 1 iniciarán clases, con una disposición a las instituciones educativas particulares de transparentar precios de matrículas, pensiones, uniformes y útiles escolares.
A una semana de este retorno masivo se registra un ajetreo y movimiento por adquirir uniformes y listas de útiles escolares, que no sólo se concentra en pequeñas librerías de barrios sino en las medianas y grandes, que incluso son distribuidoras, según constató Ecuador Chequea en un recorrido por el centro histórico, centro norte y norte de Quito.
“Varios papitos nos recomendamos nosotros mismos venir acá porque ya hemos idos a otros lados y sí hay una pequeña diferencia, no mucha, pero como le dije, ya es un ahorro”, insiste Chávez tras más 20 minutos de espera para realizar la compra. “Aunque delante de mí solo estaban seis personas, sí se demoraron casi cuarto de hora en atenderme. Y de ahí otros 10 minutos en ver de una en una las cosas”.
A este local, ubicado en la avenida de La Prensa, en el norte de la capital acudían al menos unas 60 personas, en medio de un ajetreo no sólo de compradores, sino también de camiones distribuidores de textos escolares y cuadernos.
“Si esto apenas está empezando. Ya le quiero ver a usted a esta misma hora, pero el viernes, sábado o, mejor, domingo; es por lo menos una media cuadra de fila de gente. Y no sólo es porque dejan todo para el último, sino porque ya saben que acá es un poco más conveniente”, comenta Eduardo Ñacato, uno de los administradores de esta distribuidora.
En medio de este ajetreo también se encontraba Raúl Vélez, distribuidor de una editorial especializada en libros de dibujo infantil, que aseguró que desde la semana anterior se duplicó el número de pedidos “urgentes” de librerías de toda la ciudad.
“Hoy este es el segundo pedido, pero tenemos más por entregar. Y así es todos estos días, muy de ‘corre y corre’”, comentó.
Uno de esos libros de arte infantil lo compró Carla Madera, quien señala que “si bien todo esto de los libros uno puede ahorrarse si mi hijo estuviera en una escuela fiscal, uno prefiere este gasto porque la educación es lo que verdaderamente importa. Y, además, a él le gusta muchísimo dibujar y en la escuela fiscal que estaba no había mucha preocupación por esto”.
Consultado sobre estos testimonios, Christian Veloz, presidente de la Asociación de profesionales de la Educación, gremio que agrupa a 23.800 docentes de escuela y colegios públicos, particulares y fiscomisionales, comentó que estos gastos en útiles escolares dan cuenta que no se cumple el principio de gratuidad de la educación en las escuelas y colegios públicos.
Por tanto, sostuvo, que “todos los años se han emitido acuerdos en este sentido -de limitar los gastos- porque el reglamento de la Ley establece que los recursos económicos que deben destinar las familias no deben superar el décimo cuarto sueldo. En la educación fiscal, sobre todo, el Gobierno entrega textos y uniformes. La inversión que se puede hacer en educación es en cuadernos y útiles que necesitan los niños y adolescentes para el año lectivo. En la educación particular es una realidad diferente”.
Agregó que la gratuidad de la matrícula en los establecimientos públicos, representa una especie de subsidio en la matrícula y pensiones debido a la necesidad de cubrir los demás gastos, de los que no pueden sustraerse las familias, las cuales buscan descuentos o precios más adecuados.
Menos movimiento
En contraste al gran ajetreo que se vive en el interior y exteriores de los locales mayoristas, en papelerías de menor tamaño, sus responsables indican que apenas se ha incrementado de manera significativa su clientela usual.
Sin embargo, se declararon a la expectativa de que en el transcurso de la semana se incremente la llegada de padres que procuran comprar los útiles para sus hijos. Así, Mateo Punina, de una papelería en el centro norte, de Quito, comentó que “a diferencia del año anterior, hoy no hay escasez de papel por lo que no tenemos problemas para atender a la gente. Eso sí, esperamos un poco más de movimiento esta semana porque hoy sólo ha subido poco”.
En medio de este contexto, la Superintendencia de Competencia Económica publicó hoy una investigación realizada entre 2021 y 2024 que revela que un solo actor concentra más del 40% de las ventas de libros escolares.
Se trata, señala la entidad, de un problema que no sólo limita la competencia sino que incrementa el costo final para las familias debido a que más del 90% de las ventas se realizan mediante intermediarios.
En el documento también se señala que “algunos colegios particulares reciben beneficios de proveedores, situación que —según la entidad— podría distorsionar el mercado y afectar directamente el bolsillo de los hogares ecuatorianos”. Agrega que “la mayoría de los acuerdos entre colegios y proveedores se efectúa de manera verbal, sin contratos claros que garanticen transparencia”.
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Prohibición de superar el décimo cuarto sueldo o ‘bono educativo’
El 5 de agosto, el Ministerio de Educación expidió el Acuerdo Ministerial MINEDUC-MINEDUC-2025-00030-A para regular los precios de matrícula, pensión, lista de útiles, uniformes y otros servicios en escuelas y colegios particulares y fiscomisionales
Así, esta norma establece que las familias pueden adquirir estos productos en el lugar de su preferencia. También ordena que no se puede exigir compras dentro de la institución ni direccionarlas a proveedores específicos.
La disposición indica que si hay cambio de uniforme, será obligatorio solo para estudiantes nuevos mientras que los actuales podrán seguir usando el uniforme anterior.
El acuerdo también dispone que a partir del año lectivo 2026-2027, el precio total de los uniformes, útiles escolares, textos y plataformas digitales “no deberá exceder el monto correspondiente al décimo cuarto sueldo”.
En caso de denuncias de incumplimientos, el Ministerio de Educación habilita los siguientes canales:
1. En el Distrito Educativo – denuncias físicas.
2. 1800 EDUCACION (1800-338222).
3. Formulario en línea: https://educarecuador.gob.ec/denuncias/
4. Correo electrónico: info@educacion.gob.ec; mogac@educacion.gob.ec; solicitud.enlinea@educacion.gob.ec
Redes Sociales:
1. X y Tik Tok: @educacion_Ec
2. Facebook: https://www.facebook.com/MinisterioEducacionEcuador
3. Instagram: ministerioeducacionecuador
Por ahora, los maestros concluyen la planificación de sus actividades académicas para los 200 días de clases del próximo “año lectivo” 2025-2026, que empieza de manera “escalonada” el próximo lunes, 1 de septiembre, primero los de años inferiores.
Veloz señala que hoy más que nunca se hace más indispensable y, sobre todo, urgente que padres, maestros e instituciones educativas trabajen en conjunto para priorizar no sólo los planes educativos regulares, sino la educación en valores.
“En su casa los padres son los responsables de ir orientado a sus hijos en valores y en el camino que deben seguir. En la escuela y colegios los profesores reforzamos la enseñanza de esos valores”, dijo tras insistir en que es prioritario que las instituciones educativas de la Sierra apliquen sus propios planes de seguridad, para evitar que los grupos de delincuencia organizada amenacen ciertos establecimientos educativos, como lamentablemente sucede en la Costa.
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