Expertos alertan que la mayor recaudación en enero de 2025 se debe al incremento del IVA y otros tributos; mientras que la incertidumbre electoral y la falta de inversión frenan la recuperación económica.
POR: Juan Camilo Escobar
El aumento en la recaudación de impuestos registrado por el Servicio de Rentas Internas (SRI) en enero de 2025 no refleja un crecimiento económico real, sino que, según coinciden varios analistas tributarios y económicos, se debe principalmente a los incrementos de impuestos implementados en abril de 2024, como el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD).
Los expertos advierten que para el resto de 2025, las perspectivas de una verdadera recuperación económica son limitadas. Se prevé un estancamiento económico que podría durar al menos tres meses, un período marcado por la incertidumbre política generada por la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en abril y la posible transición o continuidad del Gobierno en mayo. La situación política, afirman, podría retrasar cualquier intento de crecimiento sostenido.
Los analistas señalaron que las perspectivas económicas para el resto de 2025 se ven complicadas por la ausencia de la contribución temporal de entre el 5% y el 25% que los bancos y cooperativas con utilidades en 2023 aportaron al Estado. Este año, sin embargo, al igual que el anterior, continuará vigente la Contribución Temporal de Seguridad (CTS), un impuesto del 3,25% que las empresas deben pagar sobre sus utilidades reportadas en 2022.
Según el SRI, en enero se recaudaron $2.016 millones en impuestos, un aumento del 23,7 % en comparación con el mismo mes del año anterior. El IVA fue la principal fuente de ingresos fiscales, representando más de la mitad (55 %) de la recaudación total, con $1.108 millones, un incremento del 26,6 % respecto a enero de 2024. Este aumento se atribuye a la subida de la tarifa en tres puntos, del 12 % al 15 %, vigente desde abril de 2024.
El Impuesto a la Renta (IR) generó $616 millones, un 19,8 % más que en enero de 2024. Este crecimiento fue impulsado por las autoretenciones del tributo, implementadas en febrero de 2024, que permiten al SRI recibir pagos anticipados mensuales en lugar de esperar hasta abril del año siguiente.
El ISD registró la mayor variación interanual, con un aumento del 71,2 % en enero de 2025, alcanzando los $147 millones. Aunque su peso en la recaudación total fue menor que el del IVA y el IR, experimentó el mayor crecimiento porcentual, impulsado por el aumento de su tarifa del 3,5 % al 5 % desde abril de 2024.
El analista Francisco Cevallos indicó que “si bien el SRI presentó como un hecho positivo unas estadísticas de aumento en la recaudación tributaria en enero de 2025, eso no significa que la economía esté mejorando, sino que aumentaron las tarifas de los principales tributos. Entonces esta evidente mejora no es porque la gente esté consumiendo más bienes o servicios”.
En la misma línea, el docente en materia tributaria Carlos Licto sostuvo que el aumento en la recaudación no refleja un crecimiento real de la actividad comercial ni de la capacidad económica de los contribuyentes. “Por el contrario, la balanza comercial mostró un mayor volumen de exportaciones que de importaciones, lo que evidencia que la capacidad de compra no ha mejorado y que la economía del ecuatoriano promedio sigue estancada”, afirmó.
DISTORSÍON
El mecanismo de pagos anticipados mensuales mediante “autoretenciones” permitió al Estado recibir recursos con mayor rapidez desde febrero de 2024, pero podría generar distorsiones en las finanzas públicas, según expertos tributarios consultados.
Aunque la medida mejoró la liquidez fiscal al distribuir los ingresos tributarios de forma mensual en lugar de concentrarlos en la declaración de abril del año siguiente, los especialistas advirtieron que podría afectar la recaudación a largo plazo, ya que las empresas tienen la opción de ajustar sus declaraciones finales y solicitar la devolución de los montos retenidos de manera anticipada.
El docente Carlos Licto explicó que este mecanismo obliga a las grandes empresas a calcular y retener un porcentaje del impuesto a la renta sobre todas sus ventas mensuales y depositarlo en las arcas fiscales. “Si bien esto inyecta liquidez al Estado en el corto plazo, también abre la posibilidad de que las empresas consideren que han pagado en exceso y soliciten la devolución de esos montos, afectando la recaudación neta a futuro”, señaló.
Licto aclaró que la recaudación mensual no refleja necesariamente un incremento en las utilidades de las empresas, ya que las retenciones se aplican sobre las ventas brutas. “El dinero entra cada mes al Estado, pero habrá que esperar hasta el próximo año, cuando las empresas presenten sus formularios de gastos, para determinar si las contribuciones fueron excesivas y pidan devoluciones”, explicó.
Si el volumen de devoluciones supera las proyecciones fiscales, el Gobierno podría enfrentar un déficit inesperado, lo que generaría presión sobre otras fuentes de financiamiento, agregó el especialista.
Más contribuciones especiales
Ante las escasas perspectivas de crecimiento económico, el próximo gobierno, ya sea de Luisa González o del actual presidente, Daniel Noboa, podría recurrir a una reforma tributaria urgente para implementar nuevas contribuciones temporales, comentó el analista Cevallos.
Aunque estas medidas temporales puedan ser vistas como una solución inmediata, no abordan los problemas estructurales, opinó Francisco Cevallos. “Estos impuestos ocasionales no son la solución; lo que realmente se necesita es inversión en infraestructura y seguridad jurídica, que impulsen la economía y fomenten la inversión extranjera”.
Además, señaló que, desde que el expresidente Rafael Correa los implementó en 2016 para enfrentar el terremoto de Manabí, y fueron continuados por los gobiernos de Lenín Moreno, Guillermo Lasso y Daniel Noboa, estas contribuciones se han vuelto una herramienta recurrente. “Siempre hay una nueva excusa para imponer estos impuestos, que afectan la planificación empresarial y no brindan la seguridad jurídica necesaria”, concluyó.
Para el docente universitario de Economía, Jorge Calderón, sin una nueva reforma tributaria urgente que establezca nuevos aportes ocasionales, como la que se aprobó a fines de 2023 y rigió en 2024, una mejora en la recaudación “orgánica” de impuestos depende del desempeño real de la economía nacional.
“El aumento del IVA del 12% al 15% tuvo un impacto significativo, pero si elimináramos esos tres puntos adicionales, veríamos con mayor claridad cómo realmente se movió la economía en enero”, detallo Calderón.
Jorge Calderón señaló que será clave analizar la recaudación del Impuesto a la Salida de Divisas en febrero, cuando se realizó la primera vuelta presidencial, para evaluar el impacto real de la incertidumbre electoral en la decisión de diversos actores económicos de transferir recursos fuera del país como medida de precaución ante el panorama político.
“Este 2025 será un año más complejo en términos de recaudación tributaria, ya que la segunda vuelta presidencial frena en gran medida las inversiones. En este contexto, los agentes económicos actúan con cautela, basándose en indicadores como el riesgo país, que disminuyó antes de la primera vuelta cuando se presumía que Noboa ganaría en un solo intento. Sin embargo, al no concretarse ese escenario, el índice subió y no ha vuelto a descender como se esperaba”, agregó.
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