Como parte del cumplimiento de la sentencia a la que fueron condenados cuando se acogieron al procedimiento abreviado, 10 condenados se disculparon por lo que hicieron y por haber minado la confianza en la Justicia. 

POR: Hugo Constante

10 de los 12 sentenciados con penas reducidas en el caso ‘Metástasis’ —gracias a que se acogieron al procedimiento abreviado— ofrecieron hoy disculpas públicas, en cumplimiento de parte de la condena que recibieron. La audiencia de ejecución de sentencia se cumplió en la Corte Nacional de Justicia, ante el juez Manuel Cabrera, quien explicó que la disculpa pública es un mecanismo de reparación simbólica y que implica el reconocimiento formal, solemne y público por los daños ocasionados por una conducta delictiva. 

Aclaró que estas disculpas deben ser individuales, sinceras, deben cumplirse en el lugar donde se dieron los hechos, que se reconozca la responsabilidad de todos los hechos violentados, entre otros parámetros. El juez dialogó en privado con los procesados, con sus abogados, con los representantes de la Procuraduría y de la Fiscalía, para definir que todos estén de acuerdo con este mecanismo. No acudieron a esa audiencia Daniel Salcedo, empresario condenado también en otras causas; ni el exjuez Harry Lindao.

Ya en el desarrollo de la audiencia, los sentenciados, de manera individual, se presentaron con nombre, apellido, el cargo que desempañaban y el rol que cumplieron en la banda delictiva que la lideraba el narcotraficante Leandro Norero, asesinado en la cárcel de Latacunga. En todos los casos aceptaron su participación en los delitos cometidos, que recibieron beneficios económicos y aseguraron estar arrepentidos de haberlo hecho. Esto es lo que dijeron:

Gabriel García, excabo segundo de la Policía, en la Dirección Antidrogas. Se comunicaba con Norero y gracias a sus conocimientos de informática debía estar pendiente de la información que se extraía del celular del narcotraficante “y evitar que lograran descifrar e ingresar a los mismos” en las investigaciones realizadas.

Lenín Mazón, fue teniente coronel de la Policía, jefe del Distrito Samborondón. Se comunicaba con Norero para filtrarle información de una vivienda que le incautaron al narcotraficante y buscaba captar a otros policías. “No sólo envié sus datos personales, sino que ofrecí al líder de la organización hacer el intercambio para que otros “servidores” tambien sucumbieran a sus intereses”. A cambio recibió beneficios económicos para él y sus familiares, entre ellos su cónyuge e hijastro.

Helive Ángulo, alias ‘Estimado’. Hombre de confianza y colaborador cercano de Norero. Era el encargado de coordinar y realizar el pago de sobornos a funcionarios judiciales en las jurisdicciones de Cotopaxi, Santo Domingo de los Tsáchilas y Guayas. “Este mismo direccionamiento ocurrió en la Corte Nacional de Justicia, donde colaboré con Álex Palacios, para la compra de favores judiciales en las causas de Leandro Norero y su grupo familiar, comprando tiempo con dilaciones indebidas”.  

Cristian Sánchez, exsecretario de la Corte Provincial de Guayas. Viabilizaba las decisiones de su superior jerárquico. Estaba a cargo de la preparación de arraigos, previo a una de las audiencias de lavado de activos en contra de Norero, quien le dió instrucciones para que las transmitiera al juez Ronald Guerrero. 

David Paredes, exsargento de Policía, agente investigador de lavado de activos en contra de Norero. Le pasaba información del caso y documentos al narcotraficante para que pudiera justificar el origen del dinero en efectivo encontrado en su casa. “También entregué a la organización criminal un borrador del informe con el avance de la investigación”. 

Emerson Curipallo, exjuez de Santo Domingo de los Tsáchilas. “Estuve a cargo de los procesos judiciales  de los delincuentes ‘Madrid’ y alias ‘Cuyuyuy’, quienes formaban parte del brazo armado de Norero”. Reconoció que los dejó en libertad a través de acciones ilegales planificadas por uno de los líderes de la organización. 

Álex Palacios, exsubcoordinador jurídico de la Corte Nacional de Justicia. “Mi participación buscaba la impunidad de un líder de la estructura criminal (Leandro Norero). Mi rol se centraba en las influencias que yo podía ejercer dentro de esta Corte Nacional”. De manera particular, ofreció disculpas a los funcionarios de esa Corte por haber afectado la confianza en la administración de Justicia.

Mayra Salazar, exrelacionadora pública de la Corte de Justicia de Guayas. Dijo que fue parte de la organización criminal  desde la Corte de Guayas. “Mantuve contacto directo con el señor Leandro Norero. Mi rol lo efectué desde al ámbito administrativo, armando escenarios idóneos que podían favorecer los fines de impunidad y libertad que pretendia la organización criminal”. Identificaba jueces dispuestos a recibir dinero o daba sobornos a cambio de los fallos. “Inclusive negocié de manera directa con jueces que estaban a cargo de los casos de Norero”.

Cristian Chauca, excabo primero de Policía. Custodiaba una de las viviendas allanadas a Norero. Filtraba información del caso que se seguía en contra del narcotraficante. 

Adolfo Gaybor, exjuez del Guayas. Formó parte del Tribunal de Apelación a la prisión preventiva dictada en contra de Norero y de dos de sus hermanos. Recibió directrices de cómo colaborar con la organización. “Mi compromiso fue rechazar el recurso de apelación presentado por la Fiscalía y  ratificar las medidas alternativas de la esposa de Norero”.  

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