La bancada oficialista ha logrado incorporar a sus filas a legisladores de otras bancadas y hoy es la segunda fuerza en la Asamblea, pero se ha quedado sin poder de decisión frente a nuevas mayorías móviles.
A través de un comunicado, el presidente de la Asamblea, Henry Kronfle (PSC), informó que la coordinadora de la bancada oficialista, Valentina Centeno, había presentado una moción de cambio del orden del día ilegal e inconstitucional, buscando fiscalizar a una persona natural (Rafael Correa) que no ostenta ningún cargo público, por lo que no fue aprobada su solicitud.
Centeno intenta que se debata la conformación de una Comisión Ocasional que investigue las declaraciones del exmandatario en las que pidió sanciones para Ecuador tras las incursión de la fuerza pública a la Embajada de México para detener el exvicepresidente Jorge Glas sentenciado por cohecho.
En entrevista a Teleamazonas, la legisladora aseguró que cada vez son más evidentes las alianzas de la vieja política, del PSC con el correísmo, para que esos temas no sean ni investigados, peor sancionados. Por su parte, Kronfle, en su comunicado, asegura que haber hecho una solicitud de esa naturaleza “es una ignorantada jurídica y mala fe”.
Este es sólo el último episodio, de una serie de hechos políticos, que enfrentan en la Asamblea al oficialismo con la oposición, que van radicalizando sus posiciones. El ambiente en la Legislatura y en las comisiones es de permanente enfrentamiento entre estos dos sectores.
Se evidenció en la Comisión de Fiscalización donde, nuevamente, el PSC y el correísmo unieron voluntades para retirar las firmas de apoyo a las solicitudes de juicio político que ya habían sido calificada por el Consejo de Administración Legislativa (CAL), en contra de tres exfuncionarios del Gobierno de Guillermo Lasso.
Solicitudes que fueron archivadas lo que permitió de inmediato iniciar con el proceso de sustanciación del juicio político presentado en contra de la canciller Gabriela Sommerfeld por parte de la legisladora correísta Jhajaira Urresta, que le responsabiliza por ser parte de quienes decidieron la incursión a la Embajada de México para detener a Glas, lo que generó un conflicto diplomático con ese país.
La solicitud se presentó el 7 de abril con 36 firmas válidas de respaldo, entre ellas, la de Milton Aguas que esa fecha integraba la bancada correísta. Aguas abandonó esa agrupación política el 10 de abril y se integró a la bancada oficialista. Por lo que retiró su firma de apoyo, aunque no incidió en la calificación del juicio político, que requiere como mínimo 34 firmas de respaldo.
El asambleísta correísta Blasco Luna dijo que se dejó de lado juicios políticos que no tienen mayor repercusión y se dio paso al de la Canciller, ya que cometió, dijo, una serie de arbitrariedades que perjudicaron al país en materia de política exterior.
Mientras que Adrián Castro, del oficialismo, calificó de grave la decisión del correísmo y de los socialcristianos de retirar el apoyo a los tres juicios políticos con el objetivo de interpelar a la canciller. “Nos estamos apartando de lo que quiere el pueblo, que no le interesa las broncas o peleas internas de la Asamblea. Lo que necesita el pueblo es que no queden en la impunidad malos políticos”, aseguró.
Otros dos puntos de discordia entre los sectores políticos representados en la Asamblea son el informe aprobado por la Comisión Ocasional encargada de investigar el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, que concluye que fue producto de la ola de delincuencia que afecta al país negando que haya sido un crimen político; y el informe de la Comisión de Fiscalización que recomienda el archivo del juicio político al expresidente del Consejo de la Judicatura, Wilman Terán, quien en lo penal está procesado por los casos ‘Metástasis’ e ‘Independencia Judicial’.
Pugna en medio de ‘camisetazos’
Esta pugna que se vive entre las bancadas ha generado que el oficialismo se vaya quedando ‘huérfano’ de respaldo para la aprobación de algunas iniciativas legislativas. “Es el Gobierno el que se ha querido aislar, que pelea solo, que se inventa distractores para tener entretenida a la población y que se deje de hablar de los problemas importantes que no se resuelven, como la inseguridad”, dijo la asambleísta correísta Viviana Veloz, primera vicepresidenta del Legislativo.
Para el legislador de Construye Jorge Peñafiel, el oficialismo, partiendo desde el Presidente de la República, ha dado muestras de no querer luchar contra la impunidad. Mientras que la oficialista Nathaly Farinango aseguró que las revanchas sólo terminan por hacerle daño a los ecuatorianos y no a un Gobierno en específico. “Ha habido una ruptura evidente (en la Asamblea), pero nosotros insistimos que se reflexione por el bien del país, ya que necesitamos unidad para combatir los principales problemas que tenemos en el Ecuador”, manifestó.
Este “aislamiento” en el que se ha visto envuelto el oficialismo se da a pesar de que se ha convertido al momento en la segunda bancada con más asambleístas, tras el correísmo, luego de haber logrado llevar a su filas a legisladores de otros sectores.
Según un informe del Observatorio Legislativo, en las elecciones legislativas del 2023, la entonces alianza ADN obtuvo 14 curules y hoy cuenta con 36 legisladores. Se han unido Lucía Jaramillo y Guido Vargas, antes del PSC; Milton Aguas, Henry Bosquez y Xavier Jurado, excorreístas; Fernando Jaramillo, Fernanda Jiménez, antes de Gente Buena, entre otros.
El analista político Alfredo Espinosa asegura que nunca existió un partido de Gobierno, sino una empresa electoral que se creó para llevar a Daniel Noboa a la candidatura por la Presidencia. Hoy que ADN ya es legalmente movimiento político con posibilidades de presentar candidatos propios en las elecciones del 2025, para algunos asambleístas es políticamente rentable, dijo el analista, cambiarse de una organización política a otra. En este caso, al oficialismo, con el objetivo de mantener sus posibilidades de repetir como candidatos a la Asamblea y lograr una curul por el arrastre que tiene al momento Noboa y sus intenciones de reelegirse como Primer Mandatario.
“Los camisetazos no se dan de manera gratuita, aquí la política no se maneja por una trazabilidad ideológica en los candidatos; más bien son figuras escuálidas, gelatinosas que se bambolean de un lado a otro según la conveniencia. Hoy pueden estar con ADN, pero antes pudieron estar con Construye, con Gente Buena o con el mismo correísmo. Lo que tienen es un instinto de supervivencia política”, expuso el analista.
En estos casi ocho meses de actividad, las bancadas legislativas han pasado por una suerte de ‘sube y baja’. El correísmo que obtuvo 52 curules hoy tiene 48. Construye llegó con 28 legisladores, hoy tiene 16. El Partido Social Cristiano logró 14 asambleístas y ya son 20, al momento. El resto son legisladores que llegaron por organizaciones locales y actúan, en algunos casos, como independientes.
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