Una escalada, impulsada por el conflicto Israel-Irán, ha situado el precio del petróleo sobre los 70 dólares. ¿Puede Ecuador aprovechar el momento?
POR: Juan Camilo Escobar
Expertos califican la reciente subida del precio del petróleo ecuatoriano, impulsada por el conflicto bélico entre Israel e Irán, como un alivio temporal para las finanzas públicas. Señalan que este incremento es una situación coyuntural, cuya duración es incierta, debido a la complejidad del conflicto en Medio Oriente.
Sin embargo, lamentan que Ecuador no puede aprovechar plenamente esta ventaja: su producción petrolera ha decrecido en los últimos años y se enfrenta a problemas recientes como la paralización de la Refinería de Esmeraldas, tras el incendio registrado el 26 de mayo, y la rotura de un tramo del ducto del SOTE.
El precio del petróleo West Texas Intermediate (WTI), referencial para el petróleo ecuatoriano, cerró ayer en 71,77 dólares por barril, mostrando una ligera disminución después de un periodo de notable incremento durante la semana anterior, que se produjo tras el ataque con misiles de Israel contra Irán.
Según datos de la página web del Banco Central, el WTI había experimentado un repunte significativo, pasando de los 68,04 dólares por barril registrados el jueves 12 de junio a un pico de 72,98 dólares que se mantuvo durante el fin de semana.
Este ascenso marcó una recuperación importante desde valores inferiores a los 65 dólares observados a principios de junio.
En cualquier caso, el precio actual, aunque ligeramente por debajo del valor del fin de semana, se mantiene por encima de los promedios registrados en gran parte de mayo y principios de junio, cuando fluctuó mayormente entre los 60 y 65 dólares.
El precio del barril aún se encuentra por debajo de los niveles registrados en enero y febrero de 2025, cuando superó consistentemente los 70 dólares y alcanzó picos cercanos a los 80 dólares a mediados de enero.
Para el analista económico Alberto Acosta Burneo, director de Análisis Semanal, esta coyuntura confirma la necesidad de monitorear estrechamente los precios internacionales del petróleo, dada su incidencia directa en el presupuesto nacional.
“La volatilidad del mercado, estrechamente ligada a la inestabilidad geopolítica en Medio Oriente, dificulta prever si los precios se mantendrán en niveles elevados en el corto o mediano plazos”, comentó.
Acosta subrayó que, pese a la importancia del crudo en las finanzas públicas, la producción nacional mantiene una tendencia descendente desde hace más de una década, lo que incrementa la vulnerabilidad fiscal frente a la variación de precios internacionales.
“El país no ha logrado aumentar la producción, pese a que distintos gobiernos han planteado metas ambiciosas. Guillermo Lasso aspiraba a un millón de barriles diarios, y el presidente, Daniel Noboa, busca alcanzar los 600 mil en 2026. Sin embargo, la producción sigue deprimida y no repuntará mientras no se reforme el modelo de gestión petrolera, se fomente la inversión privada y se rompa el monopolio estatal de Petroecuador”, explicó.
El analista también alertó sobre los posibles efectos de largo plazo del conflicto en Medio Oriente sobre la oferta mundial de crudo. “El precio actual representa un respiro, pero el conflicto puede extenderse y generar disrupciones imprevisibles en una región clave para la producción global. Eso podría generar nuevas restricciones de oferta”, concluyó.
Altibajos y recuperación parcial
El 2025 arrancó con un pico de producción para Petroecuador, alcanzando 378.764 barriles por día (bpd) en enero. Esta cifra representó el volumen más alto desde junio de 2024, e implicó un aumento del 6,34% respecto a los 356.176, según Petroecuador.

Sin embargo, la tendencia positiva se revirtió rápidamente. En febrero, la producción descendió a 374.065 bpd, una disminución del 1,24% en comparación con el mes anterior.
La caída más pronunciada se observó en marzo, cuando la extracción se desplomó a 362.869 bpd, lo que significó un retroceso del 3% frente a febrero y una reducción del 4,2% desde el pico de enero.
En abril, la producción repuntó un 3,23%, alcanzando los 374.599 bpd. Aunque en mayo volvió a bajar 1,32% (369.642 bpd), los datos más recientes de junio muestran una ligera mejora, con 374.010 bpd, lo que representa un aumento del 1,18% respecto al mes anterior.
2024 cerró con alza
La producción se incrementó desde los 356.176 bpd de junio de 2024 hasta cerrar ese año en 377.275 bpd, un aumento del 5,92%. El promedio de producción para todo 2024 se situó en aproximadamente 370.479 bpd
Consultado sobre las estadísticas, el experto energético Héctor Paz y Miño, criticó la falta de decisión política para dinamizar el sector. “No se ha generado el ambiente necesario para atraer inversión. Ecuador produce menos de 470.000 barriles diarios, mientras Colombia —con menor potencial— produce el doble”, afirmó.
Paz y Miño advirtió que, con la refinería paralizada, el país está importando más derivados de lo necesario, lo que agrava el impacto fiscal. “Cuando el precio sube, también suben los combustibles que importamos. No podemos hablar de beneficios netos si el balance energético es negativo”, dijo.
“Cada vez que se presentan estas oportunidades por los precios internacionales, el país no puede capitalizarlas”, sostuvo. “Además, al tener la Refinería de Esmeraldas paralizada, debemos importar más combustibles, lo que agrava aún más el impacto fiscal”.
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