La focalización de los subsidios a los combustibles, la búsqueda de nuevos ingresos y la reducción de gastos son parte del acuerdo para el nuevo crédito, de 4.000 millones, con el organismo internacional. Conoce todos los detalles:
El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó, tras un mes y un día de deliberaciones, el acuerdo con el Gobierno de Daniel Noboa para otorgar un nuevo préstamo de 4.000 millones de dólares, sujeto a una serie de compromisos.
Horas antes de la autorización definitiva emitida por el FMI el 31 de mayo, con la orden de “entrega inmediata” del primer desembolso, por mil millones de dólares, el Gobierno anunció la eliminación de los subsidios a las gasolinas de bajo octanaje. Sin embargo, aún no es una decisión tomada.
El 30 de mayo, precisamente, el ministro de Energía encargado, Roberto Luque, anunció que el Gobierno ha definido una lista de beneficiarios para una compensación por la eliminación de los subsidios a los combustibles.
“Vamos a establecer un sistema de compensación para liberar el subsidio, porque genera muchas distorsiones. Hemos hecho una base de datos bastante robusta de los afectados para trabajar en esa compensación”, declaró Luque durante un recorrido por la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair.
El Ministro de Energía (e) confirmó que la focalización de los subsidios a los combustibles se implementará este año, aunque no precisó fechas. El anuncio se realizó en la víspera de la autorización del préstamo por parte del FMI y cinco meses después de que el presidente, Daniel Noboa, en enero, indicara que para junio se debería poner en marcha un plan para la focalización de los subsidios a los combustibles Extra y Ecopaís. Noboa agregó, en su momento, que esta medida no se aplicaría al diésel ni al gas.
Actualmente, el precio por galón de gasolina extra es de $3,04, pero los usuarios pagan $2,46 gracias al subsidio que asume el Estado.
Con esta decisión, la administración de Noboa comenzó a cumplir los compromisos asumidos para recibir los recursos del organismo internacional, considerados oficialmente indispensables para enfrentar la difícil situación de las finanzas públicas del país.
¿Qué otros compromisos debe cumplir el Gobierno?
Tres compromisos
El primero y más importante de estos compromisos es «implementar reformas estructurales profundas» que duren, al menos, hasta 2028, fecha de duración del programa. Estas reformas, según el compromiso asumido por el Gobierno ecuatoriano, deben incluir políticas de estabilidad económica y resolver deficiencias institucionales.
Los dos restantes compromisos se relacionan con los intereses que deberá pagar y los plazos de pago que deberá cumplir el país.
El segundo compromiso tiene que ver con el pago de una tasa de interés del 5,10%, a lo que se deben sumar sobretasas de entre 2 y 3 puntos adicionales, resultando en una tasa final de al menos 7%. Se trata de una de las tasas más altas pagadas en comparación con el 1,3% del 2022 y el 4,5% de 2023.
El FMI ha justificado esta alta tasa debido a que los costos de financiamiento están al alza en los mercados internacionales y porque el endeudamiento de Ecuador es elevado y prolongado. Además, busca desalentar el uso amplio y prolongado de los recursos del Fondo. El FMI también ha recordado que los recargos se fijan según el nivel de endeudamiento y el tiempo que lleva el país pagando su deuda.
El tercer compromiso se relaciona con los plazos para que Ecuador empiece a pagar los 4.000 millones de dólares del capital entre 2028 y 2038. Durante los primeros cuatro años, solo pagará los intereses y sobretasas.
El primer compromiso implica medidas frente a los problemas en las finanzas públicas por los que precisamente el Gobierno de Noboa buscó al FMI incluso antes de asumir el mandato. Esto, porque, dijo, heredó del Gobierno anterior al menos 3.000 millones de dólares en atrasos en pagos a la seguridad social, gobiernos locales y proveedores.
¿Cuáles son dichas medidas?
Focalización de combustibles:
La primera medida, como se señaló al inicio de esta nota se relaciona con la focalización del subsidio de los combustibles, que de acuerdo con el documento del FMI impactará en el 2.2% del PIB en este año y hasta en un 5.5% hasta el 2028. En este sentido, sobre las “políticas macroeconómicas y reformas estructurales”, el Gobierno se compromete a: “Además de las audaces reformas económicas promulgadas a principios del 2024, el plan fiscal de nuestras autoridades incluye la movilización permanente de ingresos adicionales, la focalización de los subsidios a los combustibles y la consolidación del gasto. También seguirán reforzando la gestión de las finanzas públicas, las estadísticas fiscales y la administración de los ingresos. En caso necesario, están dispuestas a adoptar nuevas medidas para cumplir los objetivos del programa”,
Bonos
El Gobierno de Noboa también se compromete a aumentar la entrega de bonos, que por ahora, asevera, ya llegarían al 80% de los dos deciles inferiores más vulnerables de la sociedad. Y, agrega, se propone cubrir a todos los del segundo decil y a la mayoría de los del tercero: “Se prevén incorporar a unas 50.000 nuevas familias cada año a los programas de transferencia de efectivo (bonos) y completar el registro social. Están decididos a garantizar que la población más vulnerable esté protegida de los efectos negativos inmediatos del ajuste fiscal.”
Tipos de interés
La administración Noboa también se compromete a crear un Comité de Estabilidad Financiera para reformar el sistema de límites a los actuales tipos de interés de los préstamos: “dado que el mercado nacional de deuda carece de liquidez y profundidad, nuestras autoridades mejorarán la infraestructura del mercado y tomarán otras medidas para ayudar a desarrollar el mercado nacional de deuda, lo que será crucial para impulsar la financiación nacional de los agentes públicos y privados”.
Deudas del IESS y fiscalización a Petroecuador
Entre los compromisos del país también consta la finalización de auditorías a Petroecuador, la mejora de sus transparencia y rendición de cuentas. También, se incluye un nuevo acuerdo entre el Ministerio de Finanzas y el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) para liquidar obligaciones de asistencia sanitaria.
¿Qué implicaciones tiene el acuerdo?
En este complejo contexto de compromisos y condiciones establecidos en el préstamo, consultamos a tres analistas económicos para indagar sobre qué debe cumplir el Gobierno, cuáles son los destinos del crédito y qué implicaciones tendría en caso de que el próximo año sea elegido un presidente que no esté de acuerdo con estos compromisos ante el FMI.
El economista e investigador de Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes), Vicente Albornoz, indicó que el destino inmediato de una gran parte del primer desembolso de 1.000 millones de dólares será el de pagar un anticipo del propio crédito, enrejado por la CAF bajo la inusual figura de “crédito puente” de 800 millones de dólares. “Ese era un adelanto del préstamo del FMI. Entonces, cuando lleguen los primeros fondos habrá que pagarle a la CAF el préstamo puente que ya recibimos”, indicó.
Los expertos consultados coinciden en que el crédito se destina a «libre disponibilidad», pero enfatizan que está condicionado a cumplir compromisos para corregir distorsiones en las finanzas públicas. Y uno de los aspectos destacados es, precisamente, el sobreendeudamiento de 5.000 millones de dólares con el FMI, que debe ser saldado entre 2024 y 2028.
En este sentido, Albornoz recordó que en el propio documento del préstamo se deja claro que es el propio Gobierno el que se autoimpone y autoexige poner en orden y equilibrar las finanzas mejorando ingresos, reduciendo gastos y una mezcla de ambas medidas. Y para ello, recordó, este mismo año ya se puso en marcha una reforma tributaria con el incremento del IVA y otros tributos para generar recursos adicionales.
Esta reforma tributaria, más la focalización de subsidios a los combustibles ahorrarían al Estado en este 2024 unos recursos equivalentes al 2,2% del Producto Interno Bruto, se señala en el documento del préstamo:
“El gasto más grande que tiene el Estado es el subsidio a los combustibles. Y si se quiere equilibrar el presupuesto es muy lógico que arranque bajando el subsidio a los combustibles. No creo que sea una herramienta del FMI. No hay otra herramienta para equilibrar el presupuesto. El FMI nos dice señores equilibre su presupuestos y nosotros vemos que opciones hay. Y primero subimos impuestos, que ya es bastante. Y ahora tenemos el gasto más absurdo que tenemos, que es el subsidio a los combustibles”, indicó Albornoz.
La implementación de la focalización de los combustibles ha sido, en años recientes, uno de los temas más complejos que diversos gobiernos no han logrado resolver de manera efectiva. Solo basta recordar las manifestaciones recientes de la Conaie durante los gobiernos de Lenín Moreno y de Guillermo Lasso.
La investigadora económica de la Universidad Católica de Quito, María Herrera, indicó que incluso si se llega a focalizar los subsidios a los combustibles, algo que es algo muy complejo, pero no imposible, es indispensable que se administren con seriedad y criterios técnicos los recursos que se ahorraría el Estado.
En este contexto, Herrera destacó la importancia de establecer un fondo social que priorice la asignación de recursos en áreas clave como educación, salud y bienestar social. Además, resaltó la necesidad de mejorar las condiciones para la creación de empleos y el impulso de la producción de bienes y servicios de alta calidad.
Recordó que gran parte de esos recursos que, por ahora, sigue pagando el Estado, son fondos que podrían ser asumidos por una gran parte de los consumidores o que se desperdician a través del contrabando de combustible a países vecinos.
Según el analista económico José Hidalgo, Ecuador prácticamente ya ha cumplido con el FMI el compromiso de mayor envergadura para acceder al crédito como fue la reforma tributaria que implicó el aumento temporal del IVA al 15% y definitivo al 13%. Por la magnitud de recursos que el Estado prevé recibir por este concepto, es la medida de mayor impacto económico en el país y cuyos efectos en la caja fiscal aún no se han cuantificado ni evaluado.
Ahora, además de la iniciativa de focalizar los subsidios de combustibles, al Gobierno le queda pendiente nuevas formas de optimizar el gasto público.
¿Y si un nuevo Gobierno se niega a este acuerdo?
Los expertos consultados recordaron que no sería la primera vez que esto sucede no sólo en Ecuador, sino en otros países del mundo en donde ya ha otorgado sus préstamos. El caso más reciente, recordaron, se produjo cuando Guillermo Lasso no estuvo de acuerdo con los términos y condiciones en que se negoció un préstamo por 6.000 millones de dólares, cuando ya se habían otorgado aproximadamente 4.000.
Para este tipo de casos, indicaron los expertos, existe la posibilidad de renegociar. O en caso extremo, dar por terminado y liquidar las obligaciones hasta ese momento asumidas.
La investigadora Herrera comentó: “En el peor de los casos si viene otro presidente y no quiere continuar con el préstamo, se liquida hasta el momento en que se han hecho los desembolsos, se fija una nueva estructura de pagos y ahí quedó todo. Si queda él mismo, sigue el mismo cronograma”.
“Habría que renegociar el acuerdo o simplemente el acuerdo ya no sigue adelante, en ese caso Ecuador ya no recibiría los desembolsos del FMI”, explicó Hidalgo.
El 31 de mayo se emitió la primera de nueve órdenes entregas para completar los 4.000 millones de dólares hasta marzo del 2028, según el cronograma acordado por ambas partes. Eso sí, el FMI se reserva el derecho de revisar el cumplimiento de metas antes de cada nueva entrega.
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