El Ministro de Trabajo, Harold Burbano; y el exdirector regional, Christian Martín, asistieron a la Comisión de Fiscalización para exponer el caso de Álvaro Rosero, a quien de un momento a otro se le levantó la prohibición de ejercer cargo público.
El Ministro de Trabajo, Harold Burbano, negó que haya intervenido para que se levante el impedimento de ejercer cargo público a Álvaro Rosero; que nadie le ordenó que lo hiciera y que en ningún momento se reunió con el radiodifusor.
Burbano compareció ante la Comisión de Fiscalización de la Asamblea para explicar cómo a Rosero se le levantó la prohibición de ejercer cargo público que estaba registrado en el Ministerio de Trabajo. Además, Burbano explicó si intervino en esa acción como lo denunció en su momento Christian Marín, exdirector regional quien manifestó que renunció a ese cargo porque Burbano le presionó para que levante la prohibición.
Según Burbano, en los procesos para levantar los impedimentos no intervienen las autoridades del Ministerio de Trabajo ya que eso corresponde a la persona interesada, o las instituciones por las que se generó dicho impedimento. El Ministro agregó que se procedió a levantar el impedimento porque Rosero presentó un certificado del IESS en el que consta que Rosero no registra obligaciones patronales en mora.
Sobre Marín, aclaró que lo separó de su cargo porque es funcionario de libre remoción y que es su potestad colocar a colaboradores de su confianza. Negó que Marín haya renunciado, pues primero ocurrió el acto de desvinculación.
La contraparte
La Comisión también recibió vía telemática a Marín. El exfuncionario reiteró la denuncia donde Burbano le habría exigido de manera prepotente y altanera que levante la prohibición que pesaba sobre Rosero. «El presidente Daniel Noboa tiene un ministro torcido a la verdad, torcido en su conducta; me exigió, me dijo que tenía tres minutos para que le levante el impedimento. Eso se llama tráfico de influencias», aseguró Marín y agregó que presentó una denuncia ante Fiscalía contra Burbano.
En su relato aseguró que Burbano le dijo que hacía esa exigencia a nombre de Noboa. Marín aseguro que cuenta con toda la documentación que respalda su denuncia y reiteró que la actitud de Burbano le motivó a presentar la renuncia de manera irrevocable.
Los legisladores
Asambleístas del correísmo y del oficialismo asistieron a la sesión de Fiscalización. La legisladora de la Revolución Ciudadana, Ana Herrera, manifestó que la actitud del ministro podría caer en el presunto delito de tráfico de influencias. Cuestionó que un trámite que dura usualmente algunos días o semanas, se lo haya atendido en apenas máximo un día.
Por su parte Inés Alarcón, legisladora de ADN, dijo que Burbano fue muy claro en su exposición y destacó que se haya escuchado a las dos partes. Alarcón aseguró que la desvinculación de Marín se dio en el marco de las potestades que tiene el ministro para mover a funcionarios de libre remoción y colocar a personal de su confianza. Agregó que por la línea de tiempo se demuestra que no hubo injerencia para levantar la prohibición a Rosero.



