Cruce de insultos, descalificaciones y gritos matizaron las comparecencias de tres ministros a la Comisión de Relaciones Internacionales por el caso Glas-Embajada de México, por lo que no pudo concluir la sesión. El correísmo se quedó ‘con los churos hechos’.
“Las comparecencias no se pueden reducir a un espectáculo y cruce de acusaciones, por respeto al país”, aseguró el jefe de la bancada socialcristiana, Vicente Taiano, al comentar los incidentes que se dieron en la Comisión de Relaciones Internacionales durante la asistencia de los ministros de Defensa, Gian Carlo Loffredo; de Relaciones Exteriores, Gabriela Sommerfeld; y del Interior (e), Mónica Palencia.
Ellos fueron citados a la Asamblea para que expliquen los detalles de la incursión de la Policía a la Embajada de México para detener al exvicepresidente Jorge Glas, sentenciado por corrupción y requerido por la Justicia local, lo que provocó una crisis diplomática internacional para el país.
Los asambleístas correístas, el oficialismo y aliados terminaron por convertir a esas comparecencias en un cúmulo de irrespeto a los ministros, acusaciones, agravios, descalificativos, gritos…
Conflicto avisado
Este mal reinicio de las actividades legislativas luego del receso era algo que se preveía con una Asamblea “cobijada” por la sombra de Glas. Por un lado, el oficialismo tratando de justificar la incursión y la detención del exvicepresidente con el objetivo, dijeron, de evitar una nueva fuga de un procesado por la Justicia, como sucedió, por ejemplo, con la exministra correista María de los Ángeles Duarte, también sentenciada por corrupción pero que evadió la Justicia a través de la Embajada argentina en Quito, de la que se sirvió para huir del país.
Por otro lado, el correísmo asegurando que Glas no tenía la intención de escapar del país a través de la Embajada de México y que se trata de un perseguido político.
Con esas dos perspectivas, estaba previsto hasta esta madrugada que la Comisión de Fiscalización —dominada por el correísmo— recibiera a los ministros a las 07:00; y que la Comisión de Relaciones Internacionales —dominada por el oficialismo— lo hiciera a las 08:20. Con los mismos funcionarios y sobre los mismos temas, a toda costa Fiscalización quería restarle protagonismo a Relaciones Internacionales y viceversa.
Es así que a las 05:50 de hoy, Fiscalización remitió un correo electrónico a sus integrantes, indicando que la sesión sería a las 06:45; Relaciones Internacionales reaccionó a través del mismo mecanismo y a las 06:40 informó a sus miembros que la hora de la sesión se había modificado para las 06:50.
Los ministros acudieron directo al sétimo piso, a la Comisión de Relaciones Internacionales; en el segundo piso, donde estaba previsto que sesionara Fiscalización, les esperaron en vano los cuatro legisladores correístas de esa Mesa: Pamela Aguirre (presidenta), Lenin Barreto, Sofía Espín y Ronal González.
Fiscalización fragmentada
Césa Umajinga (SUMA), Ramiro Vela (oficialista), Lenin Rogel (PSC) y Adriana García (Gente Buena), asambleístas que completan la Comisión de Fiscalización, subieron en bloque al séptimo piso para pedir que el tema con México se manejara de manera equilibrada y objetiva. Al mismo tiempo, aseguraron que era en Relaciones Internacionales donde se debía dar seguimiento a las razones para el conflicto diplomático entre Ecuador y México, al ser la Mesa especializada, por lo que cuestionaron a Aguirre por haber cambiado el horario de la convocatoria de un momento a otro.
“No podemos permitir que siga convocando de manera arbitraria”, dijo Umajinga, y agregó que hay un conflicto de intereses por parte de Aguirre. Pronunciamiento dado bajo la atenta mirada de Valentina Centeno, coordinadora de la bancada oficialista, que seguía los hechos a pesar de no pertenecer a ninguna de esas comisiones.
Mientras se daban estas declaraciones, subieron también los legisladores correístas de Fiscalización, liderados por Aguirre. La asambleísta aseguró que su mesa fue la primera que convocó a los ministros, por lo que le asistía el derecho de que vayan, y que cualquier otra gestión en ese sentido lo que buscaba era boicotear la fiscalización. “Así como la Canciller se escondió de la OEA, no le dio la cara al mundo entero, tampoco le quiere dar la cara a la Comisión de Fiscalización”, aseguró.
El problema
La Comisión de Relaciones Internacionales quedó pequeña para recibir a los ministros, sus asesores y equipo de seguridad; a los asambleístas de esa y otras comisiones y a sus asesores; a la escolta legislativa, a la prensa, al personal de relaciones públicas y de comunicación de la Asamblea. Todos querían seguir la intervención de los ministros, así sea apretujados, apegados, sin poder moverse, como en “lata de sardinas”, para usar una expresión popular.
Gran parte del bloque correísta se dio cita en la Comisión para defender a Glas y a la Comisión de Fiscalización. Por eso, no les gustó que Jonathan Parra (ADN), presidente, instalará la sesión. En medio de gritos, los correístas citaron la Ley Legislativa, la normativa internacional; cuestionaron el reducido espacio en que que se intentaban desarrollar las comparecencias, dijeron que no habían garantías de seguridad y que se estaba sobrepasando el aforo.
Fernando Cedeño (correísta) reclamaba a gritos a Parra que no le había dado la palabra; Victoria Desintonio (correísta) alzaba la voz para pedir que se dejara ingresar a la prensa; Esther Cuesta (correísta) exigía que no hubiera “ultrajes”, que nadie la tocara; “con el cariño que te tengo, no hables huevadas”, le decía, en cambio, casi cara a cara, Barreto a Umajinga.
La situación estuvo a punto de salirse de control cuando Lucía Jaramillo (independiente) mocionó que se declarara reservada la sesión, mientras que Ricardo Ulcuago (correísta) apelaba la presidencia de Parra. Cuesta gritaba que a ella no le iban a sacar de la sala. “Que nos saquen por la fuerza, que nos saquen como sacaron Jorge Glas de la Embajada”, gritaba la legisladora. Colegas de otros bloques respondían igual con gritos y cuestionaban al correísmo por haber ido a incidentar la sesión.
El ambiente se volvió confuso y la prensa, así como los legisladores que no pertenecían a esa Comisión, fueron obligados a salir. Después de algunos minutos el bloque correísta regresó a la Comisión.
También ingresó, luego de un momento, el presidente de la Asamblea, Henry Kronfle (PSC). Según se pudo conocer fue quien logró poner algo de orden a esa accidentada sesión, ya que con su presencia se votó la moción de apelación a la Presidencia, que no pasó, y se votó para que fuera reservada la sesión, lo que fue aprobado.
La sesión se suspendió por esos incidentes, según Parra. Apenas Palencia había logrado intervenir, por lo que se espera que la sesión se reinstale en los próximos días para escuchar a puerta cerrada los argumentos del Ministro de Defensa y de la Canciller.
Palencia aseguró que hizo todas las gestiones ante la Embajada de México para evitar que le declaren huésped a Glas y que había entregado toda la información judicial de los casos que hay en contra del exvicepresidente. La Ministra confía en que los dos países superen el impasse y restablezcan las relaciones diplomáticas.
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