El representante de Unodc asegura que las rutas de la droga también están tocando a otros países de la región. El Ministro del Interior pide ayuda internacional para crear un observatorio del narcotráfico en el país.
La comunidad internacional realiza un segundo llamado de atención al país sobre la situación de la violencia criminal que enfrenta, cuando se acaban de romper récords históricos de incautaciones de droga: sólo entre enero y septiembre de este año se ha incautado más que en cada uno de los años comprendidos entre 2007 y 2020.
Si la semana anterior Ecuador ingresó al vergonzoso Top 10 de países con mayor criminalidad, este martes se convirtió en el anfitrión de la reunión de jefes de los Organismos Nacionales Encargados de Combatir el Tráfico Ilícito de Drogas (Honlea), en América Latina y el Caribe, convocada por la ONU.
La reunión empezó ayer en Quito, con la presencia confirmada de delegados de 30 países de la región, en medio de medidas de seguridad que incluyeron un fuerte acordonamiento policial y militar del centro de convenciones Eugenio Espejo, cerca de la Asamblea, sitio escogido para la cita.
Se trata del principal evento internacional antidrogas que se celebra cada año. Y de su importancia y alcances da cuenta la organización conjunta por parte de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc).
El encuentro inició con discusiones de las tendencias en América Latina del tráfico de drogas, en las que Ecuador, precisamente, experimentó uno de los mayores crecimientos en los “mercados criminales” de la región, llegando a entrar en el antemencionado ‘Top 10’, tal como lo estableció el Informe Global Contra el Crimen Organizado Transnacional de 2023
Según declaró Olivier Inizan, representante regional adjunto de la Unodc, como consecuencia de la evolución de las tendencias de rutas del narcotráfico, Ecuador fue “el más afectado por el crimen organizado y por el narcotráfico, pero estas rutas también están afectando a países del cono sur de América Latina”.
Así, la situación de Ecuador fue el preámbulo para que los jefes de los organismos nacionales encargados de combatir el tráfico ilícito de drogas de 30 países empiecen a discutir nuevas medidas para combatirlo y también políticas y programas para prevenir el consumo de drogas.
A pesar de la magnitud de estos desafíos, Ecuador asistió con las tareas pendientes en esta materia, debido a que no ha logrado llenar el vacío que desde mayo del 2018 dejó la eliminación de la Secretaría Técnica de Prevención Integral de Drogas y su dispersión en varias entidades.
En un reconocimiento tácito o indirecto de las consecuencias de este vacío en materia de investigación, el ministro del Interior, Juan Zapata, dijo que se necesita cooperación internacional para crear un observatorio del narcotráfico.
“Es importante un observatorio porque ahí podemos medir los datos oficiales del país. Ahí evitamos informaciones que desinforman. Es importante para evitar los tipos de consumo, temas de prevención y justamente eso, lo que hacía antes esa institución dedicada al tema de drogas”, respondió Zapata a Ecuador Chequea.
“Lo más importante es que el Observatorio es un laboratorio científico, donde podamos determinar el tipo de sustancias, nuevas drogas sintéticas que están pareciendo y los derivados del fentanilo, eso es lo fundamental”, agregó antes de destacar la eficiencia de la Policía antinarcóticos, que incluso brinda capacitación a escala internacional.
Otro vacío en Ecuador para el combate con el narcotráfico es no contar con una ley eficaz para la “extinción del dominio”, es decir, que el Estado pueda decomisar los recursos económicos y bienes malhabidos por el narcotráfico, según comentaron juristas como el expresidente del Colegio de Abogados de Pichincha, Ramiro García y el abogado Stalin Sacoto.
Ambos señalaron que las normas vigentes en esta materia no proveen herramientas eficaces para “perseguir legalmente actividades conexas al narcotráfico”, como el lavado de activos, que se han mimetizado en la economía legal de grandes ciudades como Quito, Guayaquil, Cuenca y Manta.
En la rueda de prensa, previo a instalar esta reunión internacional, Olivier Inizan, recalcó la importancia de la denominada “extinción de dominio”, para una de las principales estrategias de combate contra el narcotráfico, como es “desmantelar las estructuras multicrimen”, que se dedican a actividades muy rentables que financian sus operaciones.
“No podemos atacar al tráfico de drogas si no hablamos de ataque al crimen organizado como tal, no podemos segmentar la respuesta”, indicó el funcionario internacional.
El canciller, Gustavo Manrique, aclaró que se encuentra en manos de la Corte Constitucional la aprobación definitiva y entrada en vigencia de un acuerdo recientemente concretado entre Estados Unidos y Ecuador para realizar operativos conjuntos de control marítimo en el Océano Pacífico para combatir el narcotráfico, pesca ilegal y tráfico de combustibles.
Manrique explicó que los operativos que planifiquen ambos países serán temporales y siempre con la presencia de autoridades ecuatorianas en las embarcaciones estadounidenses “con mayor capacidad operativa marítima”.
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