Los dirigentes sindicales manifestaron que este año la consigna para la marcha por el Día del Trabajo será demandar al Gobierno soluciones en materia de seguridad; también lanzaron fuertes críticas a la Asamblea y al Ejecutivo.
La tradicional marcha del 1 de Mayo que por el Día Internacional del Trabajo cumplen los sindicatos ecuatorianos, será el escenario en que los trabajadores reclamarán al Gobierno por la inseguridad que se vive en el país; mientras que a la Asamblea le pedirán censure y destituya al presidente, Guillermo Lasso, en el marco del juicio político que se le sigue en esa función del Estado.
Así lo anticiparon los principales dirigentes sindicales agrupados en el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), la organización laboral más grande del país, quienes consideran que Lasso debe dar un paso al costado.
Los dirigentes sumarán estos reclamos a los ya acostumbrados: inversión en educación, la no privatización del Seguro Social, mejor atención en salud y abastecimiento de medicamentos, reformas laborales, en contra del neoliberalismo, generación de empleo, entre otros temas que repiten año a año.
“Permanentemente, estamos siendo víctimas de asaltos, de afectaciones a la vida por causa de la delincuencia común y la delincuencia organizada”, manifestó Marcela Arellano, presidenta del FUT. La dirigente pide que haya un diálogo social para consensuar una hoja de ruta, ya que asegura que el diálogo con el Gobierno está roto.
Edwin Bedoya, dirigente de la Cedocut, agregó que el eslogan de la marcha, cuya concentración está prevista en Quito a las 08:30 en la Caja de Seguro para dirigirse a la Plaza de San Francisco, será “por la seguridad, la vida y el trabajo”. “Es algo que todos los ecuatorianos estamos reclamando a nivel nacional; no es posible trabajar sin seguridad, no es posible la inversión sin seguridad”, dijo el dirigente.
Por su parte, Arellano aseguró que las organizaciones sindicales no se quedan sólo en la protesta, sino que en esta materia es imprescindible reunirse con varios sectores para plantear una política pública. “En este momento no estamos experimentado sólo la delincuencia que siempre ha habido en Ecuador, que es la común; estamos enfrentando la inserción de una delincuencia vinculada a bandas internacionales y eso implica concertación con todos los actores sociales”, dijo Arellano.
Lo político
En la Asamblea nada está dicho sobre el futuro del juicio político a Lasso. Bancadas como la Izquierda Democrática y Pachakutik se encuentran sumamente divididas y no pueden asegurar que votarán de manera orgánica ante una eventual moción de censura y destitución. “No podemos adelantar una posición. La haremos conocer con la debida anticipación”, dijo Marlon Cadena, de la ID.
Por su parte, Salvador Quishpe, de Pachakutik, advierte que el juicio político se podría “caer”, ya que los interpelantes se han negado a singularizar la acusación y las respectivas pruebas. “Deben cumplir con todos los documentos probatorios y evitar que el juicio político se caiga, a no ser que los interpelantes de UNES (correísmo) estén buscando la forma para que se caiga el juicio político”, manifestó Quishpe.
A lo que Viviana Veloz (correísmo), una de las interpelantes aseguró que la singularización de pruebas la hicieron en la solicitud de juicio político y que relataron los hechos. La Corte Constitucional dispuso que el juicio político procede por el presunto delito de peculado, no por concusión, como hicieron constar los proponentes en la solicitud.
Frente a este panorama legislativo los sindicalistas manifestaron que están pendientes de lo que suceda en este poder del Estado, ya que consideran que el Jefe de Estado no ha cumplido con su tarea de gobernar para todos los ciudadanos.
José Villavicencio, presidente de la UGTE, manifestó que, por un lado el Gobierno aplica un tema de la cantante colombiana Shakira y es “ciego, sordo y mudo” ante las necesidades del pueblo; y, por otro, la Asamblea está “facturando”, haciendo alusión a una de las canciones má recientes de la misma intérprete. “Eso es inaceptable, el pueblo exige que la Asamblea fiscalice y no piense en favores personales políticos”, aseguró.
Los dirigentes aseguraron que no tienen intención de desestabilizar y que, si sale Lasso, el vicepresidente, Alfredo Borrero, debería asumir la Presidencia y concluir los dos años de mandato que restan, porque así lo establece la Constitución. “Estamos planteando la salida de Lasso pero, obviamente, que se respete la Constitución”, dijo Villavicencio. A la vez reconocen que la vía de la muerte cruzada por parte del Ejecutivo, también es constitucional, pero no consideran que sería lo correcto.
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