Este 3 de agosto el representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, le recordó al planeta que aunque varias vacunas están en ensayos clínicos, aún no existe una cura para la COVID-19 “y puede que nunca haya». La autoridad enfatizó a los gobiernos que la pandemia se controla detectando, aislando y tratando a los pacientes, además de rastrear y poner en cuarentena a sus contactos. Sin embargo, las mentiras en torno a curas milagrosas, como el consumo de sambo tierno se viralizan en redes sociales.
El mensaje es claro: la luz al final del túnel es distante, pese a los prometedores avances científicos. La falta de certeza y la vulnerabilidad que representa el riesgo de contagio son el contexto propicio para generar desinformación. En esta ocasión, en Facebook se promueve el consumo de sambo tierno como respuesta a la enfermedad.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef ) alienta a los padres a mantener una dieta balanceada en el hogar durante la pandemia. La razón: una condición de salud óptima permite combatir mejor manera la COVID-19: a mayor salud mejor respuesta del sistema inmune. Sin embargo, la organización advierte que ningún alimento en específico ayuda a prevenir la enfermedad.
El sambo es una planta trepadora que da frutos carnosos y redondos verdes, sus valores nutricionales son reales pues contiene potasio, fósforo, calcio y es una excelente fuente de magnesio y zinc. Sin embargo, la mentira tiene la estructura básica de una cura milagrosa; se ofrece al lector una parte cierta, el valor nutricional del alimento y se concluye con una mentira: es la cura para el coronavirus.
Esta falsedad va de la mano con otra imprecisión: regular el pH (niveles de acidez) del cuerpo a través de la alimentación. El mensaje consiste en una lista de alimentos que supuestamente “previenen el contagio del nuevo virus”. Estefanía Espín, docente investigadora y coordinadora de la Red Ecuatoriana de Mujeres Científicas (Remci), explica que el pH del organismo es neutro para que las proteínas puedan funcionar, no se regula a través de la ingesta alimenticia.
La biotecnóloga aseguró que no existe ninguna cura mágica y también se refirió a las “megadosis de vitamina C” y otras alternativas populares en redes sociales. “Estas vitaminas va a ser eliminadas por el organismo, son hidrosolubles, van a ser eliminadas a través de la orina, son una pérdida de tiempo y dinero aclaró”.