La violencia de género en Ecuador dispara alertas. Según la Conformación del Subcomité Técnico de Validación de Femicidios de la Fiscalía General del Estado (FGE), en 2019 un femicidio fue registrado cada 5 días en el país, en total se cifraron 67. Sin embargo, en plena pandemia, hasta el 05 de julio de 2020, se han presentado 29 femicidios a escala nacional.
En 2019, la FGE contabilizó casi seis femicidios mensualmente; en 2020 han sido cuatro cada mes. Entonces, ¿es cierto que la cantidad de asesinatos de mujeres por cuestión de género disminuyó durante el confinamiento?
Mayra Tirira, abogada del centro de apoyo y protección de los Derechos Humanos, Surkuna, afirma que no. El confinamiento recrudeció la violencia y, en el aislamiento, se endureció. “No ha disminuido, si no que las líneas de emergencia colapsaron. Las mujeres no podían denunciar y el acceso al auxilio por Internet se creó a finales de abril de 2020. En Guayaquil, se denunció que los femicidios pudieron haber pasado como muertes de COVID-19”.
El ECU911 ha recibido 38,012 llamadas de emergencia por violencia intrafamiliar y violencia psicológica, sexual y física contra la mujer o miembros del núcleo familiar desde el 12 de marzo de 2020 hasta el 22 de julio. Eso se traduce en un promedio de 155 llamadas diarias.
Desde el 12 de marzo el Servicio Integrado de Seguridad atendió 1’635.022 llamadas. Es decir, un incremento del 3.8 % frente al mismo periodo del 2019.
Tirira también afirma que, antes de la pandemia, se registraba una víctima de femicidio cada 73 horas; ahora es cada 60 horas. Hasta julio de 2020 las organizaciones de la sociedad civil contabilizan 50 víctimas: 21 más que los datos de la Fiscalía.
La información de Surkuna no coincide con la estadística oficial. En ese sentido, la abogada mencionó que los delitos flagrantes representan un dato que podría dar la vuelta a esta duda. ¿De qué se trata? De los crímenes que se cometen ante una o más personas y se denuncian inmediatamente en la Unidad de Flagrancia por lo que el sospechoso debe ser aprehendido -máximo- dentro de las próximas 24 horas. Si no ocurre, pierde la denominación flagrante y debe denunciarse ante el Sistema de Atención Integral (SAI).
Durante el confinamiento es posible que varias personas no hayan podido acceder a la Unidad de Flagrancia en las primeras 24 horas del crimen y acudieron al SAI. Desde la FGE se indica que ese Sistema recibe una denuncia por violación coordina con la Unidad de Atención y Peritaje Integral de la Fiscalía de cada provincia un examen médico ginecológico, psicológico y de entorno social para que la víctima sea atendida. Sin embargo, eso no ocurre siempre.
Tirira alerta que las mujeres más vulnerables a ser víctimas de femicidio son aquellas que sufren violencia intrafamiliar, de sectores empobrecidos que conviven con consumidores de alcohol o con discapacidades. “El entorno no protege y el Estado no llega a estos lugares”, sentencia la abogada.
Realizado por:
Gabriela Paredes
Estudiante de Periodismo de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ)