Esto representa el 68% de las 140.277 migrantes que pidieron formalmente una visa. La gran mayoría de solicitantes (el 90%) fueron venezolanos. Sin embargo, aún existen subregistros y falencias. Se ha anunciado otro proceso, sin mayores detalles.
En 2022, Ecuador inició un proceso masivo de regularización de migrantes. Esto comenzó durante el Gobierno de Guillermo Lasso con un proceso de registro, al que las personas en movilidad humana debían aplicar para poder acceder a beneficios. Uno de estos: evitar posibles deportaciones en 180 días, plazo para la regularización, a través de visas entregadas por la Cancillería.
Luego de dos años de proceso, este terminó este 2024 y dejó algunas estadísticas que permiten conocer mejor la realidad de la migración y de los migrantes en Ecuador. En el inicio del proceso se registraron más de 200.000 personas. De este total, 140.277 llegaron al punto de solicitar una visa.
Como se puede ver, la mayor parte de estas solicitudes vinieron de migrantes venezolanos, alcanzando más del 90%.
Sin embargo, los resultados oficiales demuestran que, del total de solicitantes, sólo 95.807 migrantes obtuvieron una visa. En el caso de los venezolanos, 94.393, de los 138.244 que iniciaron el proceso, lo concluyeron exitosamente. Esto, en otras palabras, significa que el 68,27% de venezolanos que aplicaron a una visa pudieron acceder al documento.
Si se visualiza otros datos que permiten conocer la realidad de los migrantes en el país, la mayor parte de solicitudes de visados vino de personas solteras, seguido de personas casadas. Aquí el resumen:
Por otro lado, si se analiza las edades de las personas que emprendieron el proceso, se puede observar que la mayor parte está entre los 18 y los 35 años. Después de estos se encuentran los migrantes de 36 a 55; entre los dos rangos etarios comprenden la mayor parte de solicitudes. Más abajo y con menor presencia se encuentran niños y adolescentes de 0 a 17 años, además de personas de 56 o más años.
Asimismo, los datos también presentan la distribución geográfica de los migrantes que presentaron estas solicitudes. Esto, demostrando que se encuentran en mayor cantidad en Pichincha y Guayasl.
Por último, cabe contar que los meses con mayor presencia de solicitudes de visado se dieron entre noviembre de 2022 y enero, junio, septiembre y octubre de 2023. El promedio de solicitudes de visado fue de 4.521 al mes, uno que se vio superado en los meses antes mencionados.
De este modo, se puede ver que este primer registro migratorio dio un primer análisis de cómo se distribuye la migración en Ecuador y su estatus. Sin embargo, este proceso ha sido acusado de tener falencias, tanto en el registro como en el procesamiento de solicitudes. Conoce más sobre esto.
Falta de acceso
En Ecuador, según los registros oficiales del Censo Poblacional, existen 231.685 venezolanos. De estos, alrededor de 200.000 se inscribieron en el proceso de regularización. Este subregistro, junto con otras dificultades en los procesos burocráticos, han privado y bloqueado las oportunidades que tienen los migrantes para acceder a papeles y una condición regular en el país.
Es el caso de Diana Jurado, de 38 años, quien llegó hace casi un año, sin su familia, que se quedó en Venezuela y a quienes no ha podido traer todavía por su condición migratoria. “Yo llegué a Ecuador ya para quedarme, porque primero estuve en Colombia y allá no me fue muy bien. Tengo un amigo que vino a Ecuador y, hablando con él, me recomendó venir al país para hacer de este mi nueva casa y me ofreció conseguir un empleo en la empresa en la que trabajaba”, dice.
Sin embargo, su entrada al país fue complicada por la falta de dinero y tuvo que hacer el ingreso vía terrestre, sin garantías sobre su posible condición migratoria a futuro. Esto la llevó a iniciar, meses después de haber llegado, un largo proceso de regularización que, hasta el momento, no ha podido concluir.
“Me han tenido de papel en papel y, para la obtención de visas, ha habido muchos problemas. Entonces no he podido sacar papeles y tampoco he podido conseguir el empleo que me ofreció mi amigo, porque sin papeles la cosa se complica”, dice.
Hoy por hoy, ella trabaja como mesera y atiende un local, cubriendo el 100% de horas de su día, para lograr conseguir un sueldo que le permita tener un sustento. Sin embargo, dice, mientras “no pueda acceder a una condición regular, estoy atascada”.
Regularización
Así como Jurado, miles de venezolanos en el país mantienen la misma condición, pese a que Ecuador es uno de los países con menor tasa de migración irregular. Según el INEC, del total de migrantes venezolanos que viven en Ecuador, apenas el 11% (47.926) está sin papeles. Esto, con el cierre de los consulados de Venezuela en Ecuador, ha empeorado las condiciones de los migrantes, pues la falta de este espacio ha complicado el acceso a renovaciones o trámites que deban realizar en su país de origen.
Otros datos también demuestran esta realidad. Según información oficial, del total de migrantes que se encuentran en Ecuador, 93.807 mantienen una visa activa y 138.244 se encuentran solicitando este documento. De este total, la mayor parte son personas de entre 18 a 35 años, seguido por personas de 36 a 55 años. Estos datos exponen también que la nacionalidad venezolana es la que más registros mantiene en Ecuador, de modo que es la que más trámites estancados tiene en torno a la obtención de estos documentos.
Por otro lado, 71.655 personas nacidas en Venezuela tienen una cédula ecuatoriana por distintos conceptos; uno de estos es la obtención de una visa regular, por lo que también vemos una diferencia entre las personas que han podido acceder a una visa y concretar su proceso de cedulación.
Para Miguel Salvador, experto en migración, la diferencia en las cifras entre quienes tienen procesos o acceso a documentos de regularización frente al número de personas venezolanas que se estima que existen en el país es el principal problema cuando se habla de temas como vulneraciones a los derechos de migrantes.
“Si se ven las cifras, hay alrededor de 200 mil migrantes en Ecuador, pero quienes tienen visa o están en trámites de regularización son apenas una parte. Hay miles de migrantes en condición irregular, lo que implica menos acceso a salud, educación, apoyos y, de por sí, una vulneración de derechos establecidos en la Constitución”, dice. “Además, estas personas están obviamente en una mayor condición de vulnerabilidad”.
Para el experto, es importante recordar que Ecuador tiene un subregistro constante cuando se habla de migrantes. “No sabemos a ciencia cierta el número de migrantes que hay en el país, más que las aproximaciones que realizan el INEC o el Ministerio de Gobierno. Así que el problema podría ser aún peor”.
Para disminuir este subregistro, el Gobierno liderado por el expresidente Guillermo Lasso lanzó un plan de registro migratorio para venezolanos que ingresaron al país por puntos regulares e irregulares. Esto, con el objetivo de garantizar su proceso de regularización. Este fue lanzado en 2022 con el registro de migrantes que entraron regularmente, mientras que en 2023 se amplió a migrantes que ingresaron por puntos irregulares.
Parte del objetivo era que los migrantes que entraran oficialmente en el registro tuvieran un plazo de 180 días para regularizar su estadía en el país, en los que no podrían ser deportados.
Sin embargo, para Alfredo López, de la Asociación Civil Venezolanos en Ecuador, este proceso no ha tenido éxito del todo.
“Este fue un proceso retardado en todo aspecto. Nosotros vimos que había compatriotas que iniciaban el proceso y no pudieron seguirlo por problemas con documentos, porque se pedía cédula o pasaporte vigente, o incluso casos en los que sus cédulas estaban algo maltratadas y por eso no se aceptaban los documentos. Esto hizo que muchas personas quedaran fuera”, dice. “Desde que se anunció, este plan empezó a aplicarse uno o dos años tarde. Y cuando inició también se reportaron problemas tecnológicos con la plataforma y devolución trámites por errores irrelevantes, desde mi punto de vista”.
Para él, esto desmotivó a los migrantes, obligándolos a encontrar otras alternativas para mantenerse en el país o para salir a otros lugares donde las facilidades migratorias son más claras y eficientes. “Hay casos de personas que buscaron migrar hacia Estados Unidos de forma irregular, lo que también los somete a otros riesgos. Pero claro, en ese país hay mejores condiciones migratorias, si se logra llegar”.
Para López, estos factores y problemas en los procesos de regularización han logrado que Ecuador deje de ser una primera opción para migrantes que salen de países como Venezuela. Con él concuerda Daniel Regalado, presidente en la asociación civil.
“Hubo problemas en los trámites de todo tipo, lo que complicó la capacidad de que las personas puedan acceder a un proceso de regularización eficiente”, dice.
Vulneraciones
López explica que las fallas en este proceso configuraron diferentes vulneraciones de derechos para los migrantes que se encuentran en el país.
“La principal que ha propiciado el Gobierno es que el Estado no tenga la capacidad de saber y otorgar visas a las personas en movilidad”, quienes entran al país y no piensan quedarse o quienes lo toman como un país de paso. “Si una persona en esta condición sufre un accidente o tiene problemas en el país, no podría acceder a muchos derechos o servicios por la falta de una condición regular. Por otro lado, si llegasen a cometer un delito, al judicializarse se complica incluso la aplicación de una medida preventiva de salida del país”.
El experto critica que el problema principal en Ecuador es que el Estado visualiza la situación como si se estuviera dando un lujo a migrantes. Aclara que el país es un Estado que garantiza la libre movilidad y el derecho de los migrantes. Estos se encuentran enmarcados en la Constitución. “Estos derechos no se están garantizando y no se está haciendo mucho para que se pueda asegurar que se están cumpliendo”.
“Esto también trae como consecuencia que las personas se vayan y que el Estado no sepa dónde están los migrantes, las profesiones y qué hacen. Se vulnera el derecho a la identidad, la libre circulación. Las personas no pueden hacer una vida como lo puede hacer un ciudadano nacional en el país”, dice.
Esto se complementa con otras vulneraciones, pues las personas que no están en situación regular no pueden acceder a una cuenta bancaria o a un trabajo formal, “esto vulnera incluso el derecho humano al trabajo”.
“Esto se complica con el cierre de consulados venezolanos en Ecuador, lo que obliga al país a continuar sus procesos migratorios con la ausencia de documentos o de otras gestiones que deben hacer los migrantes con su país de origen”, dice. “Y, lastimosamente, estar en una condición irregular coloca a los migrantes en una mayor posición de vulnerabilidad. Trae más problemas sociales, como la prostitución, trabajo infantil y trata de persoans. Estudios demuestran que los países en los que no se tienen buenas condiciones migratorias es más común que se incurran en estos delitos”.
López y Regalado coinciden en que para futuros procesos es necesario tener en cuenta factores burocráticos y documentales para agilizar y aumentar la eficiencia de estos sistemas de regularización. Además, aseguran que se debe socializar mejor estos procesos con organizaciones de la sociedad civil, que tienen contacto directo con migrantes.
Por otro lado, cabe destacar que el Gobierno ecuatoriano planea iniciar un nuevo proceso de visados a través de registro migratorio este 2024. Aunque no se conocen las fechas oficiales, este ya fue anunciado.
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